Carta #50 - Historias olvidadas de un cuento perdido

Estimado Sir Robin,

Me sorprende su propuesta aunque este en mundo todo sea posible. No confunda la libertad de mi piel con las intenciones de mi cuerpo.
Quedarme con las ganas de que unas garras marquen mi espalda, no se quitan con una noche sin armadura. No pretendo que se quede en mi cama pero si sólo quiere conocer el color de mis sábanas, ya dejé de meter extraños para que me ayuden a matar el insomnio.

Agradecida por su propuesta,
- Gretel.